A veces sorprende los paraisos que tenemos a la vuelta de la esquina. En este preboda nos perdimos por una cascada escondida que hay cerca de Vitoria-Gasteiz. Entre las cosas buenas que tiene mi trabajo como fotógrafo de bodas, de las más bonitas es poder descubrir rincones preciosos como esta cascada.
Si hay una época bonita para ir de preboda a un hayedo, esa es otoño. Y el hayedo de Otzarreta, que es un rincón increible durante todo el año, en otoño se pone especialmente bonito.
Que un vasco tenga que bajar a hacer una boda a sur a ver llover es casi de juzgado de guardia, pero que bien que sienta pasearse entre la alegría, el jolgorio y las ganas de vivir de la gente del sur. Carol y Valle hasta hace poco más de un año eran unos desconocidos, pero muchos lazos comunes hicieron que nos pusiéramos en contacto y terminara en su espectacular boda. Cuba tuvo la culpa de todo esto, y es casi paradójico teniendo en cuenta que Cadiz es la hermana gemela de La Habana.
A Iría e Ibai no era la primara vez que los veía, ni mucho menos. A parte de la preboda que realizamos en Gaztelugatxe, es la tercera boda que hago de la cuadrilla de Ibai y sin ir más lejos el año pasado disfruté sacando fotos en la boda de la hermana de Iría. Es de esas bodas a las que vas y te reencuentras con caras conocidas y te encuentras como en familia. De broma les decía a los amigos de Ibai, que una boda más y me hago de la cuadrilla. Así que lo ingredientes no podían ser mejores: buen ambiente, unos novios radiantes y un paraje único, el Palacio de Ubieta.
7 de julio de 2018, no es una fecha cualquiera para Itziar y Diego. Y no solo porque es la fecha de su boda, si no porque muchos astros se tuvieron que alinear para que un 7 de julio cayera en sábado y poder así celebrar su boda el día de su aniversario. Un día más que esperado y que como regalo les brindó un precioso día de verano para poder disfrutar de una emotiva ceremonia civil en los jardines del Parador de Argómaniz.
Javi y Amaia son una pareja de pocas palabras, pero hay veces que no hace falta decir ni una palabra para contarse todo. El preciso Palacio de Elorriaga fue el telón de fondo para una ceremonia más que emotiva, donde sonrisas y lágrimas se fueron alternando para dar paso un buen banquete.
Dicen que de una boda sale otra boda y en el caso del fotógrafo muchas veces así es también. Fue emocionante volver a encontrarme con todos ellos en las bodegas Eguren Ugarte, con la cuadrilla que lo dio todo en Dublin y volver a la carga con Elena y Leandro ahora si, como novios.
Un padre vestido de marino ya que es su oficio, y una ceremonia con tenores incluidos en la iglesia de La Misericordia en Bilbao. Unos ingredientes más que suficientes para disfrutar de un día increíble que terminó con todos los bailables que existen en el mítico hotel Carlton de Bilbao.
Paula y Cristian son de los de apurar, en principio no iban a hacer preboda pero a últimisima hora se animaron a pasar un buen rato delante de la cámara y con el beneplácito de un día radiante nos acercamos a uno de los rincones más bonitos de Euskadi, la ermita de San Juan de Gaztelugatxe. Un escenario en el que lo más facil es dejarse llevar por la belleza del entorno y disfrutar de una tarde de fotos.