La preboda de Alejandra y Jon no creo que se me olvide fácil. Tras muchas semanas sin prebodas, y sin bodas, con toda esta pesadilla que nos está tocando vivir, las ganas de salir y disfrutar de una tarde de fotos en otoño son muchas.
La preboda de Alejandra y Jon no creo que se me olvide fácil. Tras muchas semanas sin prebodas, y sin bodas, con toda esta pesadilla que nos está tocando vivir, las ganas de salir y disfrutar de una tarde de fotos en otoño son muchas.
Cerrar una boda es siempre una muy buena noticia, pero cuando es una wedding planer la que te escribe para decirte que quieres que seas tú el fotógrafo de su boda, eso es otra liga. Los ingredientes no podían ser mejores, una boda al aire libre en un granero al lado de unos increíbles campos de lavanda. Es que era imposible que saliera nada mal.
Un ya lejano viaje a Cuba hizo que conociera entre otra mucha gente a Morón, el primo de la novia. Y ahí en el fondo es donde arrancó esta historia que me hizo viajar a una tierra que cada día me gusta un poquito más, Andalucía. Pero no a un lugar cualquiera no, a un pueblo de los de verdad, de los de bodas en las que por defecto está invitado todo el pueblo. Y no estoy bromeando, a esta boda acudieron unas 700 personas al banquete y no era de las grandes. Ver para creer. El pueblo se llama Algámitas, en la provincia de Sevilla, y sin duda ha sido una de las bodas más interesantes que he fotografiado en los últimos tiempos.
Hay que reconocer que la primera vez que te llama una Wedding Planner para decirte que quiere que seas el fotógrafo de su boda es algo que no se olvida nunca. Es una especie de premio a fotógrafo del año […]
El sur, qué tendrá el sur que enamora tanto. Su clima, su gente, sus colores, sus olores. A quien le atraviesa el corazón Andalucía, no se la saca nunca. Y en concreto El Puerto de Santa María, yo creo que ya oficialmente mi parada de final de año para celebrar una boda casi en familia.
No es la primera vez que cuento lo afortunado que me siento siendo fotógrafo de bodas. Tener la oportunidad de colarte en un día tan importante y ser el responsable de cómo recordaran la boda las siguientes generaciones es una gran responsabilidad pero a la vez una enorme recompensa. Pero cuando llega el día en que toca fotografiar a tu propia familia todo se multiplica por 10, la responsabilidad y la recompensa.
Un 1 de junio en un finca increíble La Marina, Santos y Natalia se dieron el «si quiero» delante de sus seres más queridos. Santos era pura emoción y no dejaba de mostrar su cara más dulce ante Natalia que sonreía con su particular estilo. Así fueron pasando las horas, hasta que La Mancha decidió pasar una hoja más en el calendario y la fiesta se sumergió en un jolgorio que solo los que estuvieron allí conocen.
Un día un poco encapotado pero que finalmente no dio ningún susto fue el testigo de una bonita ceremonia en el espectacular Hotel Etxegana en Vizcaya. Los amigos más cercanos de la pareja amenizaron con anécdotas e historias una ceremonia intima y divertida. Lo que bien empieza bien acaba, así que ya a altas horas de la mañana les dejamos quemando la pista de baile.
A veces sorprende los paraisos que tenemos a la vuelta de la esquina. En este preboda nos perdimos por una cascada escondida que hay cerca de Vitoria-Gasteiz. Entre las cosas buenas que tiene mi trabajo como fotógrafo de bodas, de las más bonitas es poder descubrir rincones preciosos como esta cascada.
Si hay una época bonita para ir de preboda a un hayedo, esa es otoño. Y el hayedo de Otzarreta, que es un rincón increible durante todo el año, en otoño se pone especialmente bonito.