Para los que somos del norte, casarse con vistas a la montaña ya es un privilegio. Pero si encima es con vistas al Gorbea, pues poco más hay que explicar. El lugar elegido para la boda de Desi y Luis fue la espectacular Finca Ziarsolo a los pies del Gorbea con una jardín y un comedor impresionantes, y unos chuletones que daban ganas de llorar solo de verlos esperando para ser echadas a la brasa.
Para los que somos del norte, casarse con vistas a la montaña ya es un privilegio. Pero si encima es con vistas al Gorbea, pues poco más hay que explicar. El lugar elegido para la boda de Desi y Luis fue la espectacular Finca Ziarsolo a los pies del Gorbea con una jardín y un comedor impresionantes, y unos chuletones que daban ganas de llorar solo de verlos esperando para ser echadas a la brasa.
La boda de Ana y Sergio es de las de maratón Covid. Cambios de fecha, cambios de finca, desesperación y un aguante de titanes de los que saben aguantar porque saben que al final está una meta llena de buenos momentos. Y no, no defraudaron. Al final tras varios cambios el destino les llevo a la espectacular Real Fábrica de Cristales de la Granja de San Ildefonso que lleva muy poquito tiempo haciendo bodas y que no me equivoco si digo que dentro de poco será una de las fincas de boda favoritas en la zona centro y Madrid.
Después de tanto tiempo sin bodas, cualquier boda es bienvenida. Pero si encima es una boda en la Real Sociedad de Golf de Neguri, para que quieres más. Ale y Jon se casaron en el capilla gótica de la Universidad de Deusto donde tengo que decir que después de muchas bodas a las espaldas, ha sido la boda con la interpretación del «Hallelujah» de Leonard Cohen más increíble que he oido en mi vida.